Antes
No estaba muy motivada para venir. Estaba inscrita por meses, Christian habÃa organizado todo: un alquiler en el centro de Privas para nuestras hijas y mi madre, nosotros en una tienda familiar en el Estadio Del Lago. Se suponÃa que yo tomarÃa parte en los Seis DÃas de Francia, una carrera que seduce por la simplicidad del concepto. Pone unos cien correderes y andadores en un circuito de 1 km. Comienza el cronómetro. Entonces cuenta las vueltas. 144h después, más vueltas se han hecho, mejor.
144h, es mucho. Mejor que serÃa un poco entrenada. HabÃa empezado el año con buenas intenciones y algunos objectivos de carrera. Habré adelgazar, mejorar mi carrera y hacer nuevos récords personals:
- 1 – en maratón
- 2 – en 100 km
- 3 – en 6 dÃas.
Luego, preocupada por muchas cosas, era difÃcil hacer frente a todo eso. El entrenamiento de abril, para el maratón, fue ligero (y mi cuerpo, no.) Pero recuperé un número y convertà el objectivo maratón en "dos maratones en dos domingos consecutivos". No le habÃa hecho antes, y logré hacer bastante correcto, aunque hacÃa mucho calor. El único problema fue que me aburrà al fin de cada uno. ¿Demasiado distancia? Vale, las ganas van a volver...
Después, habÃan los 100 km de Steenwerck. DeberÃa ser una fin de semana un poco agotadora. La noche de miércoles a jueves, yo corre y Christian me acompaña en bicicleta. Luego, despues de la noche en vela, ¡todos en coche! Vamos a Privas, donde Christian corre el Ultrathletic Ardèche a partir de viernes, muy temprano. Yo le acompaño. ¡Entonces, dormemos la noche del jueves! Y luego la del sábado. Pero hay pequeños detalles que muestran que no soy motivada. Ademas de no ser bastante entrenada, llegué a Steenwerck y descubrà que... no estaba inscrita. Y claro, no tenÃa un certificado conmigo. No podÃa inscribirme en el último momento. ¿No importa? ¿Tanto mejor? Fuimos 4h en las autopistas para nada, pero ganamos una noche de sueño.
TenÃa que motivarme un poquito para los 6 dÃas... Entonces:
- verifiqué mi inscripción y mandé el certificado medical
- traté de entrenarme correctamente.
Pero hasta el principio de julio, no logré hacer dos semanas consecutivas con el entrenamiento planeado. A mediodÃa, trabajaba en vez de corrir o comer. Para ir y volver del trabajo, preferÃa tomar el autobús. Por suerte, ahora hay un estadio frente a nuestra casa, y el me invitaba a venir despues de la cena. En julio, tiré la toalla: en vez de preocuparme a causa del entrenamiento, de las obras en nuestra casa anterior, de..., de..., decidà de acabar con el entrenamiento. ¡Me liberó mentalmente! Yo estaba mucho mejor. Los otros proyectos avanzaron. Y no corré en absoluto, hasta el fin de agosto.
De camino para Privas
Cuando tenÃa que preparar mi equipaje para Privas, me asusté. Fué una vez en mi vestuario al trabajo: no recordÃa de lo que habÃa. HabÃa mi sostén de deportes favorito, mi pantalón corto favorito y mis zapatos con alas amarillas (muy importante para correr, las alas.) En resumen, el equipamiento fundamental para el rendimiento deportivo. Faltó poco para que yo no pasarÃa a mi vestuario. Asà es mi preparación.
Hice UNA cosa seriamente, y la verdad es que Christian le hizo: esquilar mi cabeza. Vale, los cabellos: fuera. Nada sobre la cabeza, es lo mÃo para que los cabellos sucios no me molesten. De acuerdo, no tengo piernas, pero tampoco cabellos. ¡Puedo llevar gorras mojadas!
En cuanto al todo el equipaje, de tanto de aplazar, el dÃa antes de partir, pongo en una mochila más o menos todo lo que encontré: un pantalón corto, bien pero no totalmente limpio, otros limpios pero menos cómodos. Algunos más largos, algunas camisetas. Ay, no tengo Nok. Vale, Christian tendra bastante para nosotros dos. No tengo Elastoplast. Entonces, tendre que no hacer ampollas. Ya veremos en Privas.
Al principio
Traté de planificar la carrera. De penser en ella, para empezar. Este es lo que pensé: más de 100 km el primer dÃa, era un suicidio. Excepto que... me parece fácil de correr 100 km el primer dÃa. Y 100 más el dÃa siguiente. Despues, volvera duro. Entonces, vamos, 75 km por dÃa y voy a 500 km al fin de la semana. Ya sé bien que algo sale mal con eso. Algo relacionado con eso:
- en 48h, he hecho 224 km, no más,
- el año pasado, hice 80 km menos que este fabuloso plan, es decir una larga docena menos cada dÃa.
Entonces, dejo atrás todo este y empiezo simplemente andando. Una vuelta andando, dos vueltas corriendo. Eso es perfecto para un primer dÃa. Sigo este plan del comienzo a las 16 hasta las 23h. ¡Y funciona! Me siento super bien. Quiero sólo hacer vueltas. Paro para dormir sólo porque quiero guardar un poco de magia para el dÃa siguiente. Entonces, a la cama, luego despertar a las 2h30 y anda, volvo en la vuelta. Escogimos esta hora juntos con Christian: asà cada uno va a la cama cuando quiere, pero no levantamos juntos. Más simple: sera siempre a la 2h30, para beneficiar de la frescura durante un largo perÃodo, antes que se levante el sol.
Los cien primeros kilometros son simples. Todo va bien. No cuido mucho mi persona: todo lo que puedo hacer hoy, no tendré que hacerlo mañana. Tengo miedo que si conduzco mi cuerpo con demasiado economÃa, despues tendré el combustible para el cuerpo, pero el no tendra los componentes en buen estado de funcionamiento. Valérie, utiliza el "combustible" ahora, que puedes. A las 13h30, el negocio está en el bote, tengo mis cien kilómetros. Opto por un pequeño sueño.
En el medio
Asà tomo mi ritmo de crucero. El despertar es a las 2h30. Me levanto, mimo mis pies. Y ¡adelante camaninante! Corro lo que puedo. Bastante rápido, significa que corro en la parte de la vuelta más suave: la pista de atletismo, y camino en otras partes. Bebo en cada vuelta. Pico. El primer dÃa, sentà la migraña que subaba. Quedo atenta. Despues de algunas horas, pienso en el desayuno. "n vueltas más y tomo mi billete." Ahora, tengo el derecho. Me ofrezco una auténtica media hora de descansa, aunque acabé comer. Entonces vuelvo en la vuelta. Hace más calor. Las ganancias de la noche se van. Corro un poco menos.
Mi madre y nuestras hijas llegan cerca de las 9h30-10h. A partir de la 9, vigilo a ellas. Por una parte, quiero descansarme un poquito con ellas, pero por otra quiero hacer más vueltas antes. ¡Aquà están! Acabo esta vuelta. Adèle me dice: "¡Para su salud, mueva más!", porque tome en serio su función. Usted tiene que saber que este año, Christian ha hecho camisetas personalizadas para todo el equipo, y cada uno tiene su función. Hay equipos con un fisioterapeuta, un entrenador, un podólogo. Nosotros tenemos sólo lo más importante: una abrazoterapeuta (Garance), una liebre (Lise), una entrenadora cómica (Adèle) y una heroÃna de la logÃstica (Anne). Cada una toma en serio su función, pero también comparten las tareas. Nuestra liebre también es portadora de agua. Y no sólo Adèle puede ser cómica.
A pesar de que tenÃa que mover más a las 10, me ofrezco una pausa sentada. Miro a los otros competidores quien pasan delante de nuestra tienda, degustando mi secundo desayuno, el que nos llega nuestro equipo cada mañana. Luego, vamos. A menudo es una vuelta con una de mis hijas. Y se van a pasear. Yo también paseo, pero siempre en el Estadio Del Lago. Ya no corro. Sube la calor, hace más de 30°C. Las sombres se reducen. Se trata de terminar más vueltas, lentamente, esperando la frescura de la noche. El combustible, son los amigo de carrera. Si hay alguién quién puede darme un ritmo, quién tiene cosas que contar, con quién puedo olvidar el grito de mis pies que sufren, es perfecto. Y si no hay, digo tonterÃas a los que paso, que me pasan, que cruzco (la vuelta se torce dentro ella misma.) Distribuio las actividades sobre diferentes vuletas: esta, tomaré mi corréo, la siguiente, iré a los aseos, y la después, comeré un melocotón que tenemos en la nevera. Y por supuesto, cada vuelta, mojo mi gorra et bebo.
¡El correo! Después de los problemas del año pasado, este año preferà avisar menos personas. Lo dije sólo a algunos, y puse una sentencia en Facebook. Asà no esparaba mucho correo. Luego, cada maseja fue una sorpresa muy agradable. Espero que los otros no me guardaran rancor, me recuerdo especialmente de los dos de mi amiga de siempre, Nathalie. Y también de los de dos grandes damas del ultra: Julia Fatton y Christine David. Cuando recibà sus incentivos y sus felicitaciones, una lagrimita salió sin esfuerzo. Y algunos kilómetros más, también.
En el medio del dÃa, cuando hace demasiado calor, es el momento para las actividades "0 km": una siesta, la comida. El año pasado, la prueba era en octubre, comÃa cada dÃa a las 18. Pero este año, 18h, es el momento para pensar a dar un poco de energÃa a sus vueltas. Entonces como cuando no hay sombre, asà me protejo del sol bajo de las tiendas de la organización.
¡Continue! Las vueltas son lentas, vemos la sombra avanzar a cada paso. Primero en la zona detrás de las gradas, luego en la lÃnea derecha a lo largo del gimnasio. Por último, logra la pista de atletismo. Darse una patada en el culo. Ahora, se trata de volver a correr, un poco en cada vuelta. Anda, mi hija, a las 23, podras ir a la cama.
Por fin, me refugio en mi tienda. Lleno una palangana, porque no tengo agua corriente pero es casi la misma cosa: nuestro magnÃfico equipo hace el nivel de agua tan pronto como se necesita. Hay agua para todos los gustos: frÃo en la nevera, tibio, ay no, muy caliente en fin de dÃa, en las botellas que estavan bajo del toldo. Es el baño de la tarde. Ahora, pienso a Christian, quién descubrió el último dÃa que podÃamos lavarnos en la tienda... Hop, caigo sobre mi catre. Hop, me pongo a llorar, mordiendo mi edredón. ¡Nunca podre dormir, con este punzante dolor en mis piernas! Cinco minutos despues, ya no estoy aquÃ.
Pequeñas cosas de cada dÃa
Eso, es el programa estándar, y le cumplo. Sobre eso, se injertan felicidades y pequeños fastidios. Compartà una mañana con Daniel, el tema fue la biodiversidad (y algunos kilómetros). Una otra con Lucie, el tema fue una velocidad de dementes, ¡yupi!, tenemos alas, ¡es la fiesta! De acuerdo, la noche siguiente, como solÃa, hubo un momento cuando el dolor sube desde lo pies y se dice "no, esta noche, va impedirme de dormir." Y no me impedió porqué, esta noche, los rodillas gritaron mucho más fuerte. Aullaron, creo que a ellos no les gusta mucha la Lucie (pero sabre decirlos diablos, si tendrÃa una otra oportunidad de correr con ella).
Hubo una tarde, mi hija Garance me enseñó cosas de prehistoria, despues de su paseo diario. Eso es Ardèche: ahora sé más sobre los Neanderthal.
Descubrà el disfrute de poner sus pies sobre las hierbas. Un disfrute tan intenso es posible sólo justo despues que tus pies hubieran tecleado las piedras durante dÃas. Paro ahora, ¡que felicidad! Es difÃcil de decidir de poner sus zapatos de nuevo, despues.
Mis pies también probaron zapatos baratas, que, verdad, convenÃan para unos entrenamientos de 45min. Pero la suela completamente aplastada en 10h no hacÃa su trabajo de protectora, el dÃa dos. Puse de nuevo los zapatos con alas. ¡No tenÃa opción!
Probé al doctor Will como podólogo. Y lo digo sin molestÃa porqué nuestra pareja no esta de acuerdo: yo prefiero a Max. Finalmente, opté para ignorar mis ampollas. A cada reinicio, me quemaba, caminaba mal. Luego pensaba en otras cosas y basta, podÃa ir.
Un corredor probó nuestra tienda, también. No llegaré al fondo de esto, aunque le dijera que le habia visto y le preguntara lo que buscaba en mi mueble... Lo que piensa me equipo: me robó un tubo de Nok y le bebó en un trago. PodrÃa ser la razón de su falta de velocidad y también de discernimiento después. Pero ¿quién sabe?: ¿yo deberÃa haber bebido un poco, para fluidificar mi tránsito intestinal?
Y también fue cansada. Hay un momento en que el principio esta lejos ya y el fin parece inaccesible. Luego, tenemos un plan secreto: los niño quién qieren correr con nosotros. Por desgracia, este año no habÃan mucho. A pesar de todo, la pequeña vuelta con Léon, el miércoles, me fortaleció. Primero, tenÃa que poner buena cara. Es decir: ir al trote. ¿Pero que vemos al fin de la vuelta? ¡Olivier Chaigne nos pasando con el niño Gabriel! Yo acabÃa de explicar a Léon que tenemos que ahorrarnos para los tres dÃas que quedan. Entonces precisé: "¿Eso es una carrera, sÃ? No vamos a ser ridiculizados por una otra pareja niño-adulto" y luego aceleramos. Gracias Léon y Gabriel.
Pronto el fin
Cuando caigo en la rutino, cuando las historias son numerosas, que estamos todos en un otro mundo, empezamos a ver, lejos adelante, la puerta de salida. Inclino más y más a la derecha. Todos le dicen, yo no me doy cuenta. No muevo mi brazo izquierdo. Pero si inclino bastante lentamente, quedare de pie hasta el fin.
Veo los 400 km que vienen. Tengo un grande proyecto para los 400 km: voy a ver a Max, el podólogo. AsÃ, con pies nuevos, seguro que voy a volar. Hace 48h que trato mis ampollas sólo con Elastoplast y desprecio. Nada mal, pero cada salida pica un poquito.
Cuando llego a la tienda médico, me tengo vergüenza a tratar mis guapos piecitos cuando veo los de José-Antonio. Pero Max me tranquiliza: acetarÃa que yo hubiera llegado antes. Hey, no era posible, chico, el podólogo es un premio para los 400. Pero a cambio, prometo de ofrecerle mis kilómetros más allá de los 450. 450km, es mi objectivo a mà personalmente. Estos, les guardo.
Las último 24h son muy emocionales. Vemos los amigos lograr sus objectivos. Récords de Marruecos, y el, mundial, de marcha atlética femenino. Algunos estan agotados. Yo llego tranquilamente en mi zona "ahora, todo es bonus", pasando mis 419km del año pasado. Despues de los 450km, Lucie me habla de contar en número de maratones. Entonces, voy a hacer once maratones, es decir 464km. Acelero de nuevo.
¡Y aquÃ, es el sprint final! Quedan menos de dos horas de carrera. Todo nuestro equipo esta aquÃ. Despues de una pausa-silla, me levanto y sé que no pararé hasta el fin. Adèle me acompaña. Empiezo por una vuelta a los 4km/h. Claro, es el sprint final, pero tengo que mantenerme hasta el fin. Luego acelero. Veo a lo lejos que Christian ha tomado la Lise con el. No pararé. Digo a Adèle que no podremos acabar con los otros del equipo. ¡Pero al fin de la pista de atlétismo, bajo de nuestra tienda, nos esperan Christian y Lise! Nos vamos juntos. Anne viene con nosotros. Ahora, el público aclama a los corredores al fin de cada vuelta. Estoy como emborrachada. Garance se une a nosotros. Vamos a pasar las gradas... a lograr la pista... ¡Bip! Terminamos todos juntos.
Max ganó mi último medio maratón. He hecho 471 km. Y ahora estoy entrenada. Dije sà para tomar parte a un equipo del Raid28 en enero. Y ya me pregunto si, finalmente, vaya a volver a las 48h de Royan, asà que me dicieron Fernando y François-Xavier: "Es una buena idéa, despues del entrenamiento de los Seis DÃas."
Y si usted quiere leer un informe con más kilómetros dentro, hay el de Christian (en francés o en inglés)